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Mis amigas de flores en el pelo me habían pedido que escribiera algo para ellas. Hoy tenía que mandar mi presentación, y sinceramente, no sabía por dónde empezar. Una se plantea una serie de estrategias, planes y contenidos, que resulten interesantes, sin embargo, siempre he pensado que en toda historia es necesario un hilo conductor, algo que haga que todas las partes converjan, y tengan sentido. Y sinceramente, mi mente se ha quedado en blanco. No lograba ver nada más allá de ese inmaculado espacio que es una hoja de Word antes de que las ideas se conviertan en palabras y estas en algo personal.
Entonces, me he levantado, he rebuscado entre mis viejos cds, me gusta escuchar música cuando no encuentro la inspiración, y allí estaba con su evocadora caratula, la banda sonora de la película Forrest Gump. Así que, la he puesto en el reproductor. Me he dejado atrapar por esas maravillosas canciones que han hecho soñar a tantas generaciones, y de pronto, ha sonado…
…San Francisco de Scott Mckenzie,
Ha sido un flechazo, he cerrado los ojos y mi mente se ha inundado con imágenes de aquellos años 60 donde la paz y el amor se convirtieron en el estandarte de una generación que se revelaba contra la injusticia. Y allí estaban, en el pelo de aquellas chicas, recordándonos que hubo un tiempo en que la naturaleza estaba presente en nuestras vidas, que las personas creíamos en un futuro mejor. Un tiempo en que las flores en el pelo eran ese estandarte, esa manera de mostrar al mundo que hay esperanza, que no todo es oscuro y que en nuestro interior siempre habrá un hermoso jardín esperando ser descubierto.
Y este va a ser nuestro lugar, un gran prado, rodeados de gente amable y sonriente. Un espacio donde ser nosotras mismas, un lugar donde hablar de lo nuevo y lo viejo, de lo que arrastró el viento y de aquello que casi podemos vislumbrar. Un lugar donde compartir, y sentir nuestra identidad. Aquí podremos encontrar a valerosas heroínas, bellas princesas y mujeres que hicieron de las flores su marca de identidad. Disfrutaremos compartiendo esas pequeñas joyas de la naturaleza que hacen que conectemos con nuestra parte más pura.
Este es mi compromiso, no dejar que las malas hierbas ocupen este bello lugar, mantener viva tu ilusión por venir a visitarlo, traerte las mejores historias, descubrirte las nuevas tendencias, y en definitiva, hacer de este florido prado, un lugar donde te apetezca pasar un rato, y disfrutar del maravilloso mundo de las flores en el pelo.
Desde aquí, donde la primavera nunca termina, te invito a acompañarme, y a divertirte en este festival que no ha hecho más que comenzar.
Aunque, si me permites, antes de despedirme, lanzaré una pregunta al viento,
A ti, ¿A qué lugar te transportan las flores en el pelo?

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